de La Unión
Por: Rogelio Mouzo Pagán
Hace años que vengo interesándome por la historia, sus personajes más relevantes y peculiares de este rincón minero de tradición marinera por su puerto de Portman en La Unión, por lo que además de buscar en los viejos legajos, suelo recurrir a la entrevista personal de muchos hombres y mujeres de la localidad. Uno de mis objetivos era entrevistar a D. Antonio Martinez Nieto del que tan buenas referencias tenía como hombre inteligente, humano y con una vida extraordinaria llena de grandes experiencias. Conocía por ser de carácter público, que era un relevante personaje de la Masonería, lo que hizo interesarme con mayor curiosidad
Antonio Martinez Nieto, en su vivienda del caserío La Torrecica, La Unión 1990.
Foto Rogelio Mouzo Pagan
En el libro "La Masonería en la Región de Murcia" encontré una foto de Antonio Martínez Nieto, hecha junto a otros viejos masones en Elche en 1.976, tratando sobre el restablecimiento de la Masonería en España y otras consideraciones.
Dado el carácter misterioso que en España presentaba la Masonería, la cual estuvo perseguida por el régimen político de Franco, profundicé en averiguar algo sobre su ideal, el cual se apoya en "Un sentimiento religioso que exige la creencia de Dios, al que denominan gran Arquitecto del Universo, y que puede ser el Dios de los hebreos, el de los cristianos, el de los musulmanes, el de los católicos..., Es decir: el Dios de una religión monoteísta que tenga un libro sagrado sobre el que prestar juramento de fidelidad”. Su fin es la perfección del hombre individualmente considerado, siendo por tanto una asociación elitista. Eso es, al menos, lo que el autor de estas líneas resumió sobre lo que a su criterio es la masonería.
Mis contactos con D. Antonio Martínez Nieto habían sido muy escasos. Algunas veces le había saludado por la calle y, en la única ocasión que había podido hablar con el, fue el día ocho de Diciembre de 1.988 en que coincidimos en el local antiguo Mercado Público (hoy sede del Festival del Cante de Las Minas de La Unión), en los actos de la celebración de la Inmaculada Concepción patrona de La Cruz Roja, organizados por la Asamblea Local de dicha Institución en la ciudad minera. En aquella ocasión Antonio Martínez Nieto y Rogelio Mouzo Pagán, estábamos citados para recibir la Medalla de la Constancia, insignia que se nos había concedido en reconocimiento a la colaboración prestada como socios colaboradores de La Cruz Roja durante 25 años. Recuerdo al Sr. Martínez Nieto elegantemente vestido, cubriéndose con una gran capa negra, que unido a su blanca barba y ancianidad, le daban una imagen de caballerosidad respetable y venerable
Fué en esta ocasión cuando le hable de mis trabajos históricos y del deseo que tenia de entrevistarle, mostrándose plenamente complacido. Sin embargo, por múltiples razones en los que no son ajenas los periodos de grave enfermedad que afectaron al Sr. Nieto en 1989, hicieron retrasarla más de lo que hubiese deseado.
LA ENTREVISTA CON DON ANTONIO MARTINEZ NIETO
A partir del día 28 de enero de 1991 fue cuando me decidí a visitarle, presentándome en su domicilio situado en el caserío de "La Torrecica" perteneciente a la localidad de La Unión, en donde vivía con su anciana esposa, bajo los cuidados de una señora a dedicacio plena. Tras los saludos mutuos comprobé con grata sorpresa de ser muy bien recibido, dando la impresión que hubiera estado esperándome desde hacia mucho tiempo.
Frente a mí en su despacho repleto de libros y cosas curiosas, estaba D. Antonio sentado en su silla de ruedas, por haber sufrido la amputación quirúrgica de ambas piernas. Sin embargo, pude constatar rápidamente, que éste hecho había sido plenamente aceptado y asumido por él con toda naturalidad y sin traumas, como quedaba reflejado en su buen humor. Pude comprobar que la lectura, al menos de la prensa, era algo que hacia a diario, a pesar que por problemas de visión tenia que auxiliarse de una lupa de gran tamaño.
A lo largo de varios meses repetí aquellas entrevistas, en las que con toda sencillez y elocuencia, me fue contando aquellos aspectos y vivencias, algunas llenas de gran dramatismo, que dejaban constancia de la gran sabiduría, memoria y lucidez de la que, casi con 90 años de edad gozaba. Estas conversaciones y otros datos, así como impresiones personales, trataré de narrar de forma escueta y resumida, dado que la entrevista original supera los 20 folios
SU INFANCIA
Antonio Martinez Nieto nació en Cartagena el día 1 de marzo de 1902, siendo hijo de Pedro Martinez García de profesión telegrafista, y de Juana Nieto Guillen, Antonio quedó huérfano de madre a los 6 años y de padre a los 12 años de edad.
Esta circunstancia hizo que con 12 años tuviera que buscar trabajo para ayudar a la economía familiar, pues eran cuatro hermanos (el es el menor de todos) que quedaron sin recursos. Sus primeros trabajos lo fueron como aprendiz en diferentes comercios de La Unión. También solía acudir a la oficina de Correos y Telégrafos dada su vinculación por la profesión de su padre, en donde ayudaba sin sueldo.
En 1916 cuando contaba 14 años de edad, por iniciativa propia y tras diversas solicitudes a convocatorias al efecto, logra la plaza de repartidor telegrafista en Madrid como hijo del cuerpo de telégrafos.
Para poder desplazase a ocupar su puesto en la capital de España, pudo con gran sacrificio, alguna donaciones de los compañeros telegrafistas de La Unión y algunos otros, reunir la cantidad total de 30 pesetas, de las que gastó 14 en el billete de tren, reservando las 16 pesetas restantes para subsistir hasta que pudiera cobrar algún sueldo por su trabajo. Las privaciones, peripecias y vicisitudes que tuvo que padecer un muchacho de tan corta edad viviendo solo en Madrid según él me contara (estas hoy serian tenidas por casi increíbles para los jóvenes de ahora), En este punto añadiré para mayor comprensión de los lectores, que su sueldo bruto era de 450 pesetas al año, las cuales no llegaban a cubrir el costo de la pensión, viéndose obligado a ayunos y sacrificios extremos.
Para estudiar y supervivir tuvo que compatibilizar su trabajo como repartidor de telegramas, conserje, etc., con los estudios en la Escuela Oficial de Telegrafía estudiando de noche y como podía. Así resistió, hasta que en 1919 consiguió, con el nº 4 de su promoción, la titilación de Oficial de 3ª, siendo el primer repartidor en España que, partiendo de esa categoria, se hizo oficial de telégrafos. A partir de aquel momento su vida, al menos en lo profesional y económico mejora, y ocupa varios cargos superiores profesionales en distintos puntos de España. Contrae matrimonio en 1926 con Dña Carmen Perez Guijarro, hermana de la pianista unionense Doña Lola Perez Guijarro “La de la Pólvora”. Fue estando trabajando en Málaga cuando se produjo el llamado “Alzamiento Nacional” (inicio de la Guerra Civil Española),
LA CUESTION SOCIAL
D. Antonio había vivido en La Unión los sangrientos sucesos del Siete de Marzo de 1.9l6, en los que la carga a caballo de la guardia civil sable en mano y disparando contra una manifestación de obreros mineros había supuesto múltiples heridos y varios muertos. También en Madrid fue testigo de la brutal represión contra los obreros en la Huelga General de 1.917. De otro lado, la actitud que veía en el clero y la Iglesia le habían vuelto agnóstico. Estas circunstancias, unido a las múltiples privaciones que durante toda su vida había sufrido, le hicieron tomar clara posición al lado de los trabajadores y contra la injusticia.
Sus inquietudes políticas y sociales le llevaron a participar en una doble vertiente: una dentro de la masonería en la que se integra en 1.930 en la logia Patria Grande, en Málaga, con el grado 1º. En ese punto me explica el significado de “masón” que en francés es “albañil”; también en relación al termino “logia”, añade que era el nombre o sitio donde los masones (albañiles) operativos se reunían para construir las catedrales..
Eran tiempos donde la masonería estaba excomulgada por la Iglesia, y se solía usar obligatoriamente nombre supuesto dentro de la organización. Martines Nieto adopta el nombre simbólico de "Leonidas". Eligio el nombre supuesto de “Leonidas”, dado que aquel fue jefe de espartanos, el cual gravó sobre una piedra la frase "Viajero si vas a Esparta di que hemos muerto por cumplir la Ley". Su dedicación a la masonería fue activa, dentro de las limitaciones que la guerra y el exilio le impusieron.
Viviendo exilado en Oran siguió potenciando la Masonería, manteniéndose toda su vida en sus ideas y creencias, aportando a ellas su trabajo y conocimientos, de los que dijo, tenia gran cantidad de escritos y documentos, logrando sobre 1.977 por sus trabajos en pro de la paz ínter-masónica, el grado 33 ó máximo, concedido por la Gran Logia Simbólica Española.
Tras su exilio y vuelta a La Unión, potenció a un grupo de paisanos para que impulsaran la logia La Aurora, con sede en Cartagena, y en todo momento estuvo conectado a la Masonería a través de sus escritos y correspondencia con diversas logias de distintos naciones.
Su vida fue una constante defensa de los grandes y trascendentales valores como son: la justicia, la libertad, la verdad y la fraternidad; distinguiéndose por su gran humanidad y afabilidad de trato con cuantos se relacionaba
Su otra vertiente de compromiso fue su actividad sindical y política. El Sr. Martínez Nieto creía en el socialismo como la forma más justa de regir la sociedad y, puede decirse, que lo encontramos participando activamente desde hacia muchos años, como puede comprobarse por los siguientes datos:
Al principio de los años veinte milita en el PCE
1.928 Ingresa en el Sindicato de Oficios Varios de UGT
1.93O Es cofundador del Partido Republicano Radical Socialista
1.931 Fue elegido como delegado a la Conjunción Republicana Socialista.
1932 Ingresa en el PSOE en Málaga, en donde fue tesorero del Comité Local, y llegó a ser miembro del Comité Provincial.
1.936 Debido a su puesto de trabajo en Málaga, como Superintendente de una empresa de telecomunicaciones por cable submarino (LA INTERCABLE), fue el primero en enterarse del levantamiento militar franquista, procediendo a alertar a Las Juventudes Socialistas y demás partidos políticos malagueños, logrando con ello que estas organizaciones y los oficiales leales a la Republica abortaran el levantamiento en Málaga. .
Durante la guerra y a través de Radio Málaga, tuvo un espacio radiofónico en el que daba lectura a todo el mundo de los cablegramas que se recibían, lo que hizo que algún general franquista, al que no gustaba lo que Nieto hacia, dijese “Que tenia gana de echarle el guante...” Martínez Nieto fue uno de los últimos en salir de Málaga cuando esta sucumbió, abandonándola el siete de marzo de 1937, trasladándose a Cartagena en donde siguió participando en la guerra ocupando el puesto de Jefe de Comunicaciones Civiles de la Flota y de la Aviación. Previamente en Albacete estuvo ocupando diversos cargos
A finales de la guerra volvió al Partido Comunista.
También fue miembro de Amnistía Internacional
Tras la Segunda Guerra Mundial volvió a afiliarse a PSOE, partido en el que ha permanecido hasta el día de su muerte.
EL EXILIO AL FINAL DE LA GUERRA
El 31 de Marzo de 1939, marcho en el barco "SCANBROOK" (ultimo que desde Alicante salió con exiliados), en el que se traslada al Norte de África, en donde permaneció recluido en diferentes campos de concentración, trabajos y exterminio en régimen de militarización, sufriendo durísimas condiciones, de cuyas vivencias podemos extractar:
A los dos meses de estar en Oran, fue trasladado a RELIZAME a unos 100 Km. de Argelia, a otro campo de concentración y trabajo en régimen de "militarización". Allí desempeñó el cargo de Secretario de la 2ª Compañía de Trabajadores Extranjeros, permaneciendo hasta 1.940, siendo trasladado a COLOMA BECHA, haciendo el viaje en malísimas condiciones, en la que se apilaban 32 hombres y 8 caballerías dentrote cada vagón de tren
Este campo de concentración era conocido por "Campamento de la Quinta Compañía", Estaba en el desierto y dormían en tiendas de campaña. Allí, debido a sus conocimiento de varios idiomas, hacia de interprete. También ejercía como secretario de almacenista.
Después fue destinado a la construcción del Ferrocarril Mediterráneo "NIGER", en donde también hizo de secretario de almacenista. Tuvo que sufrir la represión del Comandante francés de aquel batallón de trabajadores extranjeros, el cual lo despreciaba por ser comandante español (durante la guerra en España por sus muchos servicios fue nombrado comandante del ejercito) y le hizo pasar muchas vejaciones.
Nuevamente sufrió otro traslado a unos 800 kilómetros al Sur de Argelia, a un campo de refugiados en CAN MORAN, en el pueblo de BOGHRI. Recuerda Antonio que su vida mejoró, pues podía tomar un desayuno de 32 dátales, comían guiso y también podían ducharse una vez cada diez días, no estando el agua racionada. Si tenemos en cuenta que en los campos anteriores la ración de agua era de dos litros diarios, y para lavarse solo podían utilizar la arena, el cambien era evidente...
Mas tarde fue destinado a DJELFA. Un lugar calificado como "Campo de la Muerte", en donde un comandante tenia a todo el mundo trabajando para su exclusivo beneficio, enviando a un castillo siniestro llamado de "Carafelli", a todos los que hacían algo que no gustaba a dicho comandante. Todo el que a ese castillo era enviado jamás volvía. Se decía que eran recluidos sin ninguna manta en pequeñas celdas de bajo techo y dimensiones ( 2 X 1 metros). En invierno en tres días se podía morir de neumonía...
La comida allí era escasa y mala: 50 gramos de pan diario y "blicasa" (una especie de trigo machacado y hervido), que algunas veces era "mejorado" añadiendo algún kilo de dátales agusanados... Martines Nieto sufrió una enfermedad que, con gran disgusto del comandante por no poder seguir explotandolo, le tuvo rebajado de trabajos Durante su cautiverio tuvo ocasión de mejorar uniéndose al ejercito Alemán, pero no aceptó aquel ofrecimiento, prefiriendo continuar en tan inhumanas condisiones.
COMBATIENTE EN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA
Antonio Martínez fue liberado de estos campos de concentración el día 5 de abril de 1.943. Se encontraba muy enfermo y en estado casi cadavérico, pues pesaba 43 kilos para una altura de 1.85m. En aquel estado se encontraba cuando consigue su libertad por fuerzas del ejercito americano, logrando también sanar y fortalecerse. Desde aquel momento tuvo la posibilidad de exiliarse A México, para desde allí reclamar y reunirse con su familia (esposa e hijos) residente en La Unión, renunciando a ello para luchar en la guerra contra Alemania.
Logra unirse al 5º Ejercito Americano como personal civil, con el que participa en la liberación de Italia, para lo que se embarca en el AFRICAN TRADES de 30.000 toneladas, y junto con una expedición desembarcaron el día D. hora H. en Salermo. Antonio manejaba una radio portátil con la que, desde la playa y tras volcar su barcaza, logra comunicar con Argel, siendo de los primeros americanos que liberaron Nápoles sobre Septiembre de 1943, y en su avance llegaron hasta Roma.
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Para evitar represalias a su familia en España, tuvo que adoptar dentro del ejército americano, el nombre supuesto de HENRY SAINT GERMAN. Antonio vestía uniforme militar como asimilado a capitán del 5º ejército americano. Más tarde le nombraron Director de una Escuela de Radio Portátil en la que se adiestraban alumnos para ser lanzados en paracaídas dentro de las líneas alemanas, siendo el último que dirigió la escuela de radio en la ciudad de BARI junto al mar Adriático.
Terminada la guerra rehusó adquirir la nacionalidad americana, y no pudiendo regresar a España porque sobre él pesaba la petición de 6 condenas de muerte, tuvo que instalarse en Tánger trabajando en LA VOZ DE AM�RICA EN EL NORTE DE ÁFRICA, una emisora de propaganda americana que radiaba emisiones en muchos idiomas. Los programas se recibían desde Nueva York, y en ella estuvo hasta 1.947. Después fué contratado por la R.C.A. (Compañía de Radio Americana), en donde entro como operador de recepción, ascendiendo a jefe de controles de transmisiones. Al final fue director durante dos años de una escuela de radio, en donde por fin, tras muchos años de soledad, pudo llevarse y reunirse con su familia. Se jubiló en 1.967, pero estuvo retenido por su amor a la profesion, trabajando durante dos años más
En 1.977 pudo regresar a España, fijando su residencia en el barrio de “La Torrecica”, La Unión, ciudad en donde ha permanecido hasta su muerte ocurrida el día 14 de marzo de 1.992.
D. Antonio Martínez Nieto fue consecuente con sus principios masónicos y políticos hasta los últimos instantes de su vida. Un ejemplo lo podemos encontrar en la petición (escrita ante notario) que hizo a sus familiares para que en su entierro no se le tributase ningún tipo de honores, ni ceremonia religiosa alguna, pidiendo la incineración de su cuerpo y el esparcimiento de sus cenizas por el mar. Cosa esta que fue cumplida por sus hijos, tal y como fuera su voluntad. Sus muchos escritos y sus memorias están en manos de sus hijos, y confió que alguna vez puedan ver la luz por medio de la letra impresa
El 27 de Noviembre de 1.992, la Agrupación Socialista de La Unión le tributó un homenaje, al que el autor se une con esta breve semblanza y, a cuantos otros actos que se les puedan tributar.
A Antonio le conicí allá por los finales de los 70 , yo estudiaba en Murcia Magisterio y cuando regresaba de fin de semana, sobre todo los sabados, él acompañaba a su mujer a la compra. En la tienda de Solita, en el Garbanzal, mientras su mujer se "despachaba" yo aprovechaba para cambiar impresiones con él; en aquella época para las personas que como yo teniamos "ideales de cambio y de progreso", charlar con personas de este arraigo era algo asi como un espejo donde mirarnos. Ha sido para mi un honor el haberle conocido y agradezco a Rogelio haya sabido con este artículo dejar constancia de la existencia de este gran hombre.
ResponderEliminarUn saludo
Acabo de encontrar este artículo y lo leo con alegría y sentimiento. Soy Antonio Martinez el nieto, y así me presentaba mi abuelo. Ahora vivo en Canadá y recientemente también soy abuelo. Me pasé muchos veranos con mis abuelos en Tanger y después en la Unión, en la Torrecíca. El nos animó a pensar por nosotros mismos y a buscar la verdad de las cosas. Al final nos dejó este mensaje – ¡Amor, amor, amor! Siempre recordeis esta palabra cuando penseis en vuestro padre.–
ResponderEliminarGracias por el precioso artículo.
¿podría publicarse la entrevista completa, por favor?
ResponderEliminarSería muy interesante
Gracias