Accidentes mineros, penalidades y silicosis en la Sierra de Cartagena
Por: Rogelio Mouzo Pagán.
La Unión 18 junio 2012
La Minería en esta sierra se remonta a varios milenios de antigüedad
Grupo minero Cabezo Rajado, inicio en la antiguedad de la mineria cartagenera
Grupo minero Cabezo Rajado, inicio en la antiguedad de la mineria cartagenera
"Siendo desconocido el uso (de la plata) entre los naturales del país, los fenicios lo utilizaban para sus ganancias comerciales, y cuando se dieron cuenta de ello adquirieron la plata a cambio de pequeñas mercancías. Así, los fenicios que la llevaron hasta Grecia, Asia y todos los otros pueblos, adquirieron grandes riquezas. Hasta tal punto se esforzaron los mercaderes en su afán de lucro, que cuando sobraba mucha plata porque los barcos estaban llenos de carga, sustituían el plomo de las anclas por plata". Diodoro de Sicilia (Biblioteca histórica V, 35, 4-5),
El Cabezo Rajado, ladera norte,, del que se aprecian sus trabajos mineros antiguos
Según el historiador Polibio al mencionar las minas de plata de Cartagena dice que son muy grandes, que distan de la ciudad unos veinte estadios, "(unos cuatro km)" que ocupan un área de cuatrocientos estadios,"(unos setenta y cinco km)" y que en ellas hasta cuarenta mil esclavos trabajan en la extracción de mineral en unas penosas condiciones humanas, que en su tiempo reportaban al pueblo romano 25.000 dracmas diarios.
"Los que se ocupan del trabajo de las minas proporcionan a sus dueños increíbles ganancias, mientras agotan sus cuerpos trabajando día y noche debajo de la tierra, en las galerías, y muchos mueren por exceso de sufrimientos. No hay para ellos asueto ni descanso en sus trabajos. Al contrario, son obligados a base de azotes de los capataces a soportar una terrible serie de dolores que acaban miserablemente con sus vidas. Algunos, que resisten mucho tiempo por la potencia de su cuerpo o por el valor de su espíritu, soportan durante un largo periodo los sufrimientos; pero para ellos es preferible la muerte a la vida. Tal es la magnitud de sus padecimientos". DIODORO DE SICILIA. Biblioteca Histórica.
La peligrosidad de los trabajos mineros se ha considerado como muy alta en cada etapa histórica, pues si en aquellos tiempos antiquísimos las minas eran trabajadas por esclavos sujetos, no solo a la penalidad de su trabajo, sino también al látigo de los capataces guardianes y a la privacidad de libertad de aquellos seres, que permanecían en las entrañas de la tierra fuertemente encadenados y custodiados, sin apenas ver la luz del día hasta el último día de su vida.
El antiguo poblado minero en el Cabezo Agudo en epoca roman
La esclavitud que se ha mantenido por países “civilizados” (ejemplo de América con la venta de esclavos), han venido justificando tal salvajismo al considera al esclavo, no como un ser humano sino como “una herramienta que habla…
La esclavitud que se ha mantenido por países “civilizados” (ejemplo de América con la venta de esclavos), han venido justificando tal salvajismo al considera al esclavo, no como un ser humano sino como “una herramienta que habla…
Bomba romana de plomo para la extracion de agua (siglos II-I a.C)
Reinicio de la minera en 1840 en la Sierra de Cartagena-La Unión
Durante el siglo XIX la multitud de crónicas relativas a los muchos y variados accidentes, unos graves y muchos otros mortales, así como referencias sobre las causas que los motivaron, llegaríamos a la conclusión que la vida del trabajador minero era similar a los tiempos de la esclavitud.
Interior de la corta minera romana del Cabezo Rajado en La Unión.
Interior de la corta minera romana del Cabezo Rajado en La Unión.
Aunque no se puede generalizar, es conocido el menosprecio a la vida del minero por parte de algunos dueños o arrendatarios, que decían a sus capataces la terrible frase “Échame muerto para arriba que yo te echare vivos para abajo”. Lo que venía a significar, que el minero sometido a penosas condiciones de vida era valorado por debajo al de una bestia de carga, `pues la muerte del animal significaba una merma económica para el dueño de la mina al tener que comprar otra, mientras que la muerte de un trabajador le salía del todo gratuita…
Trabajo de niños mineros
Tampoco los niños eran ajenos a la explotación y dureza de su trabajo en las minas, pues algunos de esos trabajos fueron realizados por mujeres y niños de corta edad, por la “necesidad” de los empresarios de hacer economías y obtener mayores beneficios por el pago de salarios más bajos, hace que se empleen sistemáticamente niños entre 7 y 12 años.
Trabajo de niños mineros
Según los historiadores Juan Bautista Vilar, Pedro María Egea Bruno y Diego Victoria en su libro “Movimiento Obrero en el Distrito Minero Cartagena La Unión 1849-1930”, hasta 1865 los niños seria el 50 % de la mano de obra minera en nuestra Sierra, Añadiendo que 1895, todavía se encontraban operarios de 7 y 8 años dedicados al acarreo interior, como podemos comprobar en el siguiente cuadro:
1865 trabajaban 2927 hombres 13 mujeres y 1469 niños (50,18 % relación a los hombres)
1868 “ 3772 “ 18 “ 1540 “ 40,82 % “ "
1869 “ 3790 “ 15 “ 1890 “ 49,86 % “ “
1872 “ 3688 “ 16 “ 2114 “ 57,32 % “ “
1873 “ 2698 “ 12 “ 1543 “ 57,19 % “ “
1874 “ 3382 “ 23 “ 1621 “ 47,93 % “ “
Esta situación se mantuvo, al menos en el terreno legal, hasta el 24 de julio de 1873, que se promulga la primera ley laboral de la historia de España, la cual en su artículo 1º prescribía que los niños y niñas menores de 10 años no podrían ser admitidas en ninguna fabrica, taller, fundición o mina, y que la normativa estaba motivada, dada las circunstancias locales que contemplaban el empleo de niños hasta 8 años. Pero aquella ley tampoco tuvo aplicación en la práctica.
Trabajo de niños mineros
La siniestralidad infantil en los trabajos mineros
,
También el accidente y la muerte no era ajena a los niños mineros, como podemos ver por algunos accidentes que he recogidos en la prensa escrita cartagenera, mediante la que deducimos la edad de los que los sufrieron.
Trabajo de niños mineros
Así, El Eco de Cartagena de 26-10- 1874 recogía un accidente minero diciendo: “Ayer mañana, un muchacho de los que se ocupan del tiro (ayudar a sacar el mineral por el pozo) en la mina “Julio Cesar”, cayó al fondo y murió en el acto”
El mismo periódico de fecha 20-5-1884, relata otro accidente minero en la mina “Neptuno”, propiedad de la Sociedad Nueva Concordia, en estos términos: “Hacia días se desprendió un canto del techo de un minado ocasionado la muerte a dos muchachos dedicados al transporte interior”. La desgracia ha sido casual y las labores estaban en buen estado...”
Trabajo de niños mineros
Trabajo de niños mineros
Otra de estas noticias publicada también en el mismo diario El Eco de Cartagena de 24-7-1890, relata: “Que el día anterior en la mina “Crianza” había resultado gravemente herido en cabeza y pierna por desprendimiento de un canto, el trabajador José Ballesta López de 14 años de edad. Habiendo sido ingresado en el Hospital de La Unión donde continuaba grave...”
Grupo de minerosde La Union, decada de 1910
Aunque ninguno de estos accidente hace expresa mención a la edad de los siniestrados, por los términos que utiliza de llamar “trabajador” al herido grave de 14 años de edad al que le cayó un canto en el interior, mientras que a los demás que habían fallecido en los otros accidentes les da el tratamiento de “muchachos”, debemos llegar a la conclusión, que en todos los casos se trataba de personas de muy corta edad (niños).
Otro accidente trágico es el narrado en la entrevista que el autor hizo a su vecina Cristina Garrido Jiménez, en su domicilio de La Unión en 1988. Nace Cristina el 13 de octubre de 1912, en la Calle Mayor del Estrecho de San Ginés, Su padre fue Elías Garrido que llevaba minas como patrono minero, entre ellas la mina “Abundancia” sita en la zona de El Llano del Beal.
Accidentes mineros atendidos en el Hospital de Caridad de La Union
Era Cristina muy niña cuando se produjo la ruina de su padre, según su hija, a causa de que unos obreros de la citada mina “Abundancia” le pidieron al patrono que les dejara trabajar en domingo, cosa esta que estaba prohibida (posiblemente debido a la Ley de Descanso Dominical), pero el Sr. Elías accedió debido a la insistencia de los mineros que necesitaban ganar el jornal de ese día.
Aquel domingo al poco de penetrar los obreros la mina se hundió, sepultando a cinco mineros, de los que los restos de cuatro pudieron sus cuerpos ser rescatados, pero no así el del otro minero restante, el cual quedó enterrado en la mina para siempre.
Aquel domingo al poco de penetrar los obreros la mina se hundió, sepultando a cinco mineros, de los que los restos de cuatro pudieron sus cuerpos ser rescatados, pero no así el del otro minero restante, el cual quedó enterrado en la mina para siempre.
Accidentes mineros atendidos en el Hospital de Caridad de La Union
El derrumbe de la mina San José de la ciudad chilena
de Copiapó.
En contraposición a los muchos hundimientos en tajos y galerías sucedidos desde antaño en nuestra sierra minera, en los que no pudieron ser rescatados los cuerpos de los mineros sepultados quedando allí enterrados por siempre; en estos tiempos podemos alegrarnos del final feliz de haber sido rescatados vivos los 33 mineros atrapados en la mina San José, explotada por la compañía San Esteban Primera S.A., situada a 30 km. de la ciudad chilena de Copiapó, tras haber permanecido durante 70 días bajo tierra a unos 700 metros de profundidad.
El accidente ocurrió el 5 de agosto de 2010, y durante 17 días se trabajó sin tener noticias de los mineros, a los que casi se les daba por muertos debido al tiempo transcurrido. Pero tras hacer un sondeo de reconocimiento desde la superficie, aquel encuentra la profunda galería donde aquellos mineros se habían refugiado, superviviendo utilizando los diversos sistemas de salvamento autónomos que llevaban y los que en aquella galería existían,
Mineros chilenos en espera de ser rescatados
Desde aquel momento se inicia su rescate, primeramente utilizando aquel sondeo como medio para suministrarles comida, agua, etc., logrando que tras intensos días de perforaciones en las que se emplearon grandes y potentes máquinas, se consiguió hacer y entubar un ducto de 70 cm de diámetro, por el que se introdujo una capsula a modo de ascensor denominada Fénix, logrando que el día 13 de octubre de 2010 iniciar su rescate saliendo todos vivos horas después, Este rescate puede ser, hasta la fecha, el mayor y más exitoso de la historia de la minería a nivel mundial, y pudo llevarse a cabo, principalmente, debido a la tecnología de estos tiempos.
Mineros chilenos en espera de ser rescatados
Desde aquel momento se inicia su rescate, primeramente utilizando aquel sondeo como medio para suministrarles comida, agua, etc., logrando que tras intensos días de perforaciones en las que se emplearon grandes y potentes máquinas, se consiguió hacer y entubar un ducto de 70 cm de diámetro, por el que se introdujo una capsula a modo de ascensor denominada Fénix, logrando que el día 13 de octubre de 2010 iniciar su rescate saliendo todos vivos horas después, Este rescate puede ser, hasta la fecha, el mayor y más exitoso de la historia de la minería a nivel mundial, y pudo llevarse a cabo, principalmente, debido a la tecnología de estos tiempos.
Hospitalización y asistencia médica en la Sierra Minera de Cartagena
|
La asistencia médica era inexistente, y fue de tal magnitud, que hasta el último cuarto del siglo XIX no hubo un hospital donde el trabajador accidentado pudiera ser curado y atendido, siendo 1882 cuando se inauguró el Hospital de Caridad de La Unión que fue administrado por el Ayuntamiento, donativos particulares y por empresas mineras, y atendido durante medio siglo por hermanas de la orden Siervas de Jesús.
Hospital de Caridad de La Unión
En 1892 también se pone en marcha el Hospital de Caridad de Portman (una de las pedanías de La Unión), que fue atendido por hermanas de la orden de San Vicente de Paul.
Hospital de Caridad de La Unión
En 1892 también se pone en marcha el Hospital de Caridad de Portman (una de las pedanías de La Unión), que fue atendido por hermanas de la orden de San Vicente de Paul.
A la existencia de estos dos hospitales, debemos añadir el hospital lazareto para tratamiento de enfermedades contagiosas, el cual fue edificado a principios de 1900 en el paraje de Vista Bella, ubicado a la salida de la ciudad minera entre el núcleo urbano y el Cementerio de La Unión, el cual contribuyó a paliar y combatir la gran epidemia de tifus de principios del siglo XX.
Hospital de Caridad de Portman
Hospital de Caridad de Portman
En la zona boscosas es donde estuvo instalado el Lazareto para enfermos contagiosos, La Union
Con anterioridad y para dar asistencia a los enfermos afectados por las epidemias de cólera padecidas en 1865 y 1885 que diezmaron la población, especialmente la epidemia de 1885 en la que sucumbió gran parte de la población infantil, en La Unión en 1865 fueron construidos dos lazaretos. Uno de ellos formado por barracones de madera estuvo situado en la zona de Caleras, a la salida de El Garbanzal. El otro lazareto estuvo situado en las inmediaciones de la fábrica-fundición de plomo “San José II”.
Con anterioridad y para dar asistencia a los enfermos afectados por las epidemias de cólera padecidas en 1865 y 1885 que diezmaron la población, especialmente la epidemia de 1885 en la que sucumbió gran parte de la población infantil, en La Unión en 1865 fueron construidos dos lazaretos. Uno de ellos formado por barracones de madera estuvo situado en la zona de Caleras, a la salida de El Garbanzal. El otro lazareto estuvo situado en las inmediaciones de la fábrica-fundición de plomo “San José II”.
Condiciones de vida y trabajo
Durante muchos años los trabajadores carecieron de seguridad social y de toda clase de protecciones legales, limitados a percibir un minúsculo salario cobrado solamente por cada día de asistencia al trabajo en una larga y penosa jornada de trabajo (de “oscuro a oscuro”), pudiendo los mineros ser despedido de inmediato por encargados y patronos, sin miramientos del futuro de trabajador ni el de su familia. Celebre era la triste y maligna frase dicha a cualquier obrero: “Mañanas no vuelvas”…
Obreros parados en el comedor Cocina Economica, La Unión 1904
Obreros parados en el comedor Cocina Economica, La Unión 1904
La cosa aún se complicaba más debido a la carencia de una racional explotación minera (policía minera), que provocaba una gran siniestralidad. Para paliar esta situación fue preciso llegar al día 15 de mayo de 1897, fecha en la que se promulga el 1º Reglamento de Policía Minera; pero su cumplimiento, en la práctica es letra muerta y queda relegado. Los obreros se ven sometidos a malas explotaciones mineras que provocan excesivo calor, siendo preciso trabajar desnudos o con “tapa rabos” (especie de pañuelo que cubre los genitales). También se daba el hecho de trabajar con las extremidades inferiores en el agua. La siniestralidad (accidentes y muertes) era muy alta.
Parte de accidente de un trabajador minero
En relación a la Ley de Accidentes de Trabajo, esta fue promulgada 30-1-1900, aunque durante los diez primeros años de vigencia fue muy poco empleada. Tampoco como es obvio existía el descanso dominical, siendo necesario trabajar los siete días de la semana. Tampoco en aquel tiempo había seguro de accidente ni enfermedad, lo que originaba una total carencia de protección familiar por muerte e invalidez del trabajador.
Para no trabajara los domingos hubo que esperarse al 3-3-1904 para que hubiera una ley que lo reglamentara. De aquella Ley la Gaceta Minera y Comercial de Cartagena de 30-8-1904 decía: “Es de las llamadas a acatarse y no cumplirse”. Tuvo que llegar el 27-12-1910 para que fuera publicada la Ley de Jornada Máxima en los trabajos mineros, fijándose en 9 horas para el interior de las minas y algo más en el exterior.
Grupo de Niños desamparados en La Union, 1904
Grupo de Niños desamparados en La Union, 1904
Tan poca aplicación tuvo esta ley de descanso dominical, que en 1919 era una de las reivindicaciones pendientes por el proletariado. En 1920 la jornada en las minas era de 10 horas; pero con la crisis minera que se originó tras la 1° Guerra Europea, que casi paralizó las minas y los obreros tuvieron que quedar en paro, emigrar o mendigar, esta jornada no se respetó, o en los casos que se realizaba, el jornal se veía reducido en hasta 3-4 reales diarios.
Instituciones beneficas a desamparados
Instituciones beneficas a desamparados
Asiladas huerfanas de mineros acogidas en el Asilo en 1904
La alta siniestralidad minera y las duras condiciones de trabajo, dejó a su paso infinidad de huerfanos y niños desamparados que tuvieron que sufrir el infortunio de tan drástica situacion.
Edificio Asilo de Huerfanas de Mineros de La Union, 1904
Para palar en parte sus efectos, se crearon, a demas de los hospitales reseñados, diversos centros de los que destacamos; La Cocina Economica en donde se daba de comer a pesonas sin trabjo y niños desamparados. El Asilo de Niñas Huerfanas de Mineros y La Escuela para Niños Desamparados.
Tambien en La Unión en 1990 seconstruyó el Liceo Obrero, en donde se hizo una escolaridad reglada para que niños y obreros mieros aprendieran a leer y seguir estudios para ingreso a diferentes carreras, como la de capataces facultativos en la mineria etc.
Liceo de Obreros de La Union 1900
El poeta repentista (trovero) se refería a la vida del minero con esta quintilla:
+
Minero pá que trabajas
si patí no es el producto.
Para el rico las alhajas,
para tu familia el luto
y para tí la mortaja.
ACCIDENTES IMPORTANTES EN DECADAS 1940 - 1970
Larguísimo seria narrar los accidente producidos, e incluso hacer mención a lo que tuvieron un final de muerte, es por ello, que vamos a centrarnos en algunos siniestros mineros con resultado de varios muertos, sucedidos en la Sierra de Cartagena La Unión a partir de 1940.
En esa fecha, aunque la tecnología había `proporcionado herramientas que pudieran facilitar el trabajo en la minería tales como: martillos perforados neumáticos que sustituían el trabajo a marro, pico y barrena; vagonetas y máquinas de extracción que facilitaban sacar el mineral del fondo de la mina por el pozo sin necesidad de acarreo de capazos quintaleros sobre la espalda por galerías; potentes máquinas excavadoras para la carga del minera, etc., muy pocas de esas mejoras implicaban suavizar los trabajos ni incremental el jornal del minero, pues incluso la jornada en las minas, que tras muchas luchas obreras se logró que fuera de ocho horas, en la práctica tuvieron que pasar muchos años para ser una realidad.
Voy a centrar mis historias en varios graves accidentes con resultado de muertes múltiples como el sucedido en las minas del Concilio 1944; el del Pozo San Antonio de El Llano del Beal, febrero de 1960; el accidente en las inmediaciones de la Rambla de la Boltada (Portman), verano 1968 y el del pozo Mercurio en la cantera San Valentín 1970, así como lo que ha supuesto de sufrimiento y muerte la enfermedad profesional silicosis.
El accidente de la mina “El Concilio”
Se encuentra esta mina en la zona de El Gorguel, distante 12 kilómetros de la ciudad de Cartagena, en la que en diciembre de 1944 se produjo un grave accidente del que resultaron seis muertos y otros tantos heridos. De este accidente se han contado muchas historias sobre sus causas, más bien centradas en la negligencia del maquinista, el cual al ver lo que había sucedido abandona la mina y sale totalmente descompuesto corriendo monte arriba hacia La Unión.
La historia de El Concilio contada en la entrevista que el autor hizo a Miguel Martinez Méndez, en 1990 (actualmente tiene 90 años de edad), el cual sobre el accidente cuenta; “La mina El Concilio, igual que la mina “La Colosal” en la que en aquel tiempo Miguel trabajaba, pertenecían a la Sociedad Minera Zapata Portman.
Miguel Martinez Méndez, viejo minero jubilado, que en su domicilio hace maquetas
con movimeinto sobre los trabajos mineros
Miguel Martinez Méndez, viejo minero jubilado, que en su domicilio hace maquetas
con movimeinto sobre los trabajos mineros
Aquel desgraciado accidente de la mina "El Concilio” ocurrió al precipitarse al pozo una de las jaulas-ascensor que subía llena de mineros del interior, cuando aquella sobrepasó la zona de parada en el exterior y, chocando contra las poleas del castillete, se abrieron las "caracolas" (especie de fuerte anilla de hierro que la unía al cable de la máquina de extracción), queda totalmente suelta precipitándose al fondo del pozo con los trabajadores. El accidente, al parecer, estuvo ocasionado por un descuido del maquinista que no se percató de la señal de parada.
Jaula-ascensor en pozo minero
Aunque también podría hablarse de la falta de elementos de seguridad, tales como un sistema de desconexión eléctrica de la maquina al sobrepasar la zona de seguridad de parada; o la carencia de sistemas de frenado (“paracaídas”) sobre la guías de la jaula (sistemas estos que normalmente suelen utilizarse en este tipo de instalaciones y en los ascensores)…
El golpe en el fondo del pozo debió de ser terrible y de aquel no se libraron del todo los otros mineros que en la profundidad esperaban ser elevados a la superficie, y aunque aquellos presintieron el peligro por el fuerte ruido que hacia jaula-ascensor en su loca caída y trataron de refugiarse en el enganche, varios de ellos resultaron herido por los fragmentos esparcidos de cuerpos, hierros y astillas.
Producido el accidente, varios mineros de la mina "La Colosal", entre ellos Miguel, fueron trasladados a trabajar "Al Concilio", y durante el tiempo que el pozo de aquella estuvo inutilizado por el accidente, los mineros tenían que acceder a los tajos por el pozo de la mina "Regente", que aunque situada en zona colindante con "El Concilio", había que emplear casi una hora andando bajo tierra para llegar a las labores en explotación.
El primer día que tras reparar las jaulas del pozo de la mina y los mineros tenían que volver a utilizarla para descender al fondo, aquellos eran reacios a subirse, especialmente en la que se había roto; pero Miguel que siempre destacó por atrevido, fue el primero en penetrar y seguidamente el resto.
Como la mina “El Concilio” era muy mala, calurosa y en ella había un polvo blanco que escocia como el arsénico, los obreros mineros tenían que soportar gran sufrimiento en su trabajo. Si a ello añadimos la gran distancia que Miguel tenía que recorrer a pie desde su domicilio en El Llano del Beal a la mina (casi dos horas), hizo que se marchara de ella varios meses después.
Jaulas ascensor en el pozo de la mina Iberia en el Cabezo Rajado
La historia del accidente de la mina "El Concilio" narrada por Manuel Mas Ros.
“Disponía su pozo de jaula-ascensor, y en el mismo se produjo un accidente al caerse la jaula del pozo desde arriba abajo, produciendo la muerte de 6 obreros e hiriendo varios. Uno de los fallecidos llamado Siles, tardo en ser sacado varios días.
“Disponía su pozo de jaula-ascensor, y en el mismo se produjo un accidente al caerse la jaula del pozo desde arriba abajo, produciendo la muerte de 6 obreros e hiriendo varios. Uno de los fallecidos llamado Siles, tardo en ser sacado varios días.
Añade que el accidente fue debido a un descuido del maquinista. Añade Manuel Mas Ros que aquel día nació de nuevo, `pues había faltado al trabajo el día de accidente, y si hubiera trabajado hubiera salido en ese tiro de personal, por lo que cree que salvo su vida”.
Entrevista del autor que hizo a José Guil Real sobre el accidente de mina El Concilio.
“En el pozo de esta mina en 1944 ocurrió un tremendo accidente cuando el relevo salía a las tres y media de la tarde, y la “jaula” al llegar a la calle choca contra las poleas del castillete, y aquella con los obreros se precipita al fondo del pozo sobre la otra jaula.
Uno de los muertos llamado Olivares era de Portman; otro Francisco Siles también era de Portman y vivía en La Unión. A uno de los muertos tardaron varios días en sacarlo, y la cabeza de otro fue despedida a unos 8 metros…”
El accidente según el libro Portman II (1920-1960) del escritor José A. Lorenzo, que hace referencia al Diario Línea de 12 de diciembre de 1954. “El pozo en cuestión tiene 200 metros de profundidad. Con toda la urgencia posible se organizaron los trabajos de socorro, que prestaron los obreros de otras minas colindantes y la Cruz Roja de los pueblos de Portman y La Unión. En esta última localidad de donde son la mayoría de las victimas la noticia ha causado honda sensación.
José Guil Real vecino de Portman, entrevistado por Rogelio Mouzo
José Guil Real vecino de Portman, entrevistado por Rogelio Mouzo
La mina es propiedad de la Sociedad Minero-Metalúrgica Zapata-Portman S.A. dedicada a la extracción de plomo. Ha sido detenido el maquinista. Las víctimas fueron: Francisco ´Gonzales Sanz, Claudio Tardido Guillén, Cristóbal Conesa García, que deja 3 hijos pequeños huérfanos de padre y madre, pues no hace un mes falleció la esposa; Pedro Martos Madrid, Juan Garcia Guzmán y otro sin identificar.
Destacaba la prensa del día 12, el donativo que el Ministro de Trabajo había entregado a las familias de las víctimas y heridos de Portman: “Ayer mañana en el salón del Ayuntamiento de La Unión, se verificó el acto de entrega del gobernador civil, Sr. Gracia, del donativo concedido por parte del Ministro de Trabajo a los familiares de las víctimas por el reciente accidente ocurrido en la mina “El Concilio”,
Fueron recibidos por el alcalde accidental don José Ramos Romero; capitán de artillería, don Álvaro Wandosell, y el alcalde, Sr. Barrionuevo, entregándoseles la suma de 3000 pesetas a cada una de las siguientes familias: Alfonso Conesa Mendoza, padre del fallecido Cristóbal Conesa Garcia; Josefa Zapata Martinez, viuda de Pedro Marcos Madrid; Mercedes Sánchez Garcia por Claudio Tordido Guillen, Josefa Ayala Conesa por Francisco Gonzales Siles. Bibiana Gonzales Baños por Juan Garcia Murcia.
Además de estos seis fallecidos, en la mina había recibido la suma de 1000 pesetas cada uno de los heridos en este accidente: Mariano Hernández Martinez (que era la segunda vez que salvaba la vida en accidente similar, Trinitario Martinez Olivares; José Sánchez Osorio; Josefa Vidal Garcia, hermana del herido Pedro y José Calderón Vázquez, por su hermano.
Accidente mortal en 1951, en la construcción del Túnel José Maestre
Tunel Jose Maestre, en plena actividad, año 1970
Tunel Jose Maestre, en plena actividad, año 1970
Entrevista del autor a Sebastiana Asensio García en su domicilio de La Unión, en marzo del año 2002. La siguiente historia tiende a dar testimonio, de cómo tras la pérdida de la vida de un joven minero, su viuda e hijos quedan casi desamparados.
Sebastiana Asensio García viuda pensionista de minero. Accidente y muerte de su esposo Juan Guerrero Martinez.
Este hombre estuvo trabajando como perforista en la mina “El Concilio”, perteneciente a la Sociedad Minera Zapata Portman, cuando el facultativo de minas Cástor Acedo en 1951 lo traslada a trabajar como perforista al inicio de la construcción del Túnel José Maestre.
Cartilla de orfandad de Sebastriana Asensio y sus hijos, donde se especifica los beneficiarios y cuantia.
Cartilla de orfandad de Sebastriana Asensio y sus hijos, donde se especifica los beneficiarios y cuantia.
Solo habían pasado unos meses de su traslado a aquel túnel, cuando en fecha 13 de Mayo de 1951(era domingo), se produjo el desprendimiento de parte de aquella galería o túnel, dejándolo sepultado, de tal forma, que debido al peligro que suponían hacer los trabajos de desescombro y rescate con la amenaza de nuevos desprendimientos del terreno, y aunque estuvieron trabajando día y noche sin parar, transcurrieron tres laboriosos días para que su cadáver pudiera ser extraído. El fallecido contaba 32 años de edad.
Jose Guerrero, hijo de Juan Guerrero y Sebastiana Asensio, que de joven tuvo un accidente minero al ser arrollado por la rueda dentada de la molienda, y perdio una pierna.
Jose Guerrero, hijo de Juan Guerrero y Sebastiana Asensio, que de joven tuvo un accidente minero al ser arrollado por la rueda dentada de la molienda, y perdio una pierna.
Tras la tragedia queda su esposa viuda con solo 26 años de edad, además de resultar huérfanos de padre sus tres hijos (el mayor con cinco años, el segundo con cuatro y una niña más pequeña con dos años), Se presuponía que viuda y huérfanos serian compensados, al menos económicamente de forma extraordinaria; pero la realidad fue, que solamente les dejaron una pequeña pensión de 600 pesetas mensuales para la madre e hijos, de las que los pequeños su parte como pensión de orfandad, era de 100 pesetas mensuales cada uno de ellos hasta que cumplieran la edad de 18 años. También recibieron repartida para todos ellos y por una sola vez, una cantidad económica menor a 1000 pesetas.
Titulo de pensionista de Sebastiana Asensio
Este dinero la esposa lo gasto en adecentar la fosa del Cementerio de Portman en donde fue enterrado el joven minero, siendo grandes las privaciones y trabajos que esta madre e hijos pasaron para poder lograr sobrevivir.
El grave accidente mortal sucedido en la mina “Esperanza” , pozo "San Antonio"
Entrevista que hizo el autor a Juan Liarte Garcia “El Manco”. “La mina Esperanza, más conocida por el nombre de su pozo “San Antonio”, fue llevada en explotación por una sociedad especial minera, de la que era accionista mayoritario Minera Celdran. La mina “Esperanza” la trabajaba a partido, y la llevo Jerónimo Sáez hasta 1969. Los géneros se trataban en el lavadero de éste patrono minero
Juan Liarte Garcia “El Manco”. Este hombre perdio sus dos manos en accidente minero.
Esta mina se encuentra situada junto a la rambla y colindante con la mina “2ª Paz”, saliendo desde El Llano del Beal dirección sur por la carretera que desde esta población llega a Atamaria, para encontrarse con la carretera que desde Los Belones llega a Portman.
Juan Liarte Garcia “El Manco”. Este hombre perdio sus dos manos en accidente minero.
Esta mina se encuentra situada junto a la rambla y colindante con la mina “2ª Paz”, saliendo desde El Llano del Beal dirección sur por la carretera que desde esta población llega a Atamaria, para encontrarse con la carretera que desde Los Belones llega a Portman.
El pozo San Antonio tiene una profundidad de 230 metros hasta el fondo, aunque el nivel del agua se mantenía a 204 metros, por debajo del séptimo y último enganche. La mina es más bien fresca con algunos tajos de calor.
Siete eran los enganches (zonas del pozo donde se abrían galerías y mineralizaciones a distintas profundidades), estando el primero a 60 metros en la zona de hierro y manganeso; el segundo a 110 metros, aunque en este enganche y los que siguen era zona de azules (minerales de galena y blenda); el tercero a 120 metros; el cuarto a 140; el quinto a 163 metros, el sexto a 180 y el séptimo, como ya se dijo, a 204 metros de profundidad.
Es una mina antigua de las que existía un inventario desde primero de finales del Siglo XIX. Que especificaba disponer de castillete de madera y máquina de vapor con su chimenea, así como de esportones y cintas de albahaca, que son muy pesadas. También el pozo tuvo jaula-ascensor con guías
Esa mina no paro nunca, ni siquiera durante el periodo de Guerra Civil, y en ella disponía de vivienda tanto el encargado como el administrador de la mina.
El siniestro con resultado de muerte
En el año de 1960 se produjo un grave accidente que costó la vida a tres mineros ahogados y asfixiados por los gases. Fue al hacer la pega (explosión de barrenos), cuando salió una avalancha de agua oculta en las profundidades por encima del nivel que ellos trabajaban, que los arrastraría por las galerías sin darles tiempo a subirse en el cubo del pozo para salir. Esto ocurrió en el sexto enganche, y la atmósfera les alcanzo llegando el agua a cubrirlos. Los muertos fueron: José López Martinez de 39 años; otro de 30 años, y otro de 25.
Mina " Esperanza" pozo "San Antonio" situada junto al barranco "Mendoza" de El Llano del Beal, donde se produjo el accidente mortal para tres mineros.
Mina " Esperanza" pozo "San Antonio" situada junto al barranco "Mendoza" de El Llano del Beal, donde se produjo el accidente mortal para tres mineros.
Del accidente de la mina “Esperanza” pozo San Antonio, Rogelio Mouzo relata lo que le contara Cándido Castro Molero, ambos compañero de trabajo en el Campo de Golf de La Manga Club. Cándido era hijo de uno de los tres mineros que en ella fallecieron en febrero de 1960.
El padre de Cándido se llamaba José Antonio Castro Gallardo, tenía 36 años de edad, y trabajaba en aquella mina cuando era explotada por el padre del empresario minero “Jerónimo Sáez” del Llano del Bel.
Panoramica zona de El Llano del Beal. Al pié de la terrera se aprecian las ruinas de la Mina Esperanza, pozo San Antonio en el que encontraron la muerte tres mineros.
Panoramica zona de El Llano del Beal. Al pié de la terrera se aprecian las ruinas de la Mina Esperanza, pozo San Antonio en el que encontraron la muerte tres mineros.
Cuenta que la mina estaba en mal estado y manaba mucha agua, y en uno de aquellos trabajos dieron con una bolsa de agua que reventó produciendo la muerte de los tres mineros.
Tras el fallecimiento dejaron a su viuda, Ana María Molero Serrano de 36 años de edad, la cantidad de 1500 pesetas mensuales para ella y sus seis hijos.”
Ángel Urrea en entrevista con Rogelio Mouzo el 11 de Mayo de 1989 cuenta:
“En la mina "Esperanza", pozo “San Antonio” explotada por Don Jerónimo Sáez Conesa, ocurrió un gravísimo accidente que costó la vida a tres obreros. Esto sucedió el día 28 de Enero de 1960. Los fallecidos fueron José Antonio Molero, Gabriel y José López (alias “el guapo”), el cual era cuñado de Ángel Urrea
Ocurrió este accidente cuando estos hombres estaban dando avance a una galería y, tras hacer los barrenos y pegarles fuego, se refugiaron en una parte de la galería en lugar distante para estar seguros de los efectos de aquella carga explosiva.
Angel Urrea leyendo un escrito ante las autoridades en represntación de los vecinos de El Llano, en defensa de sus domicilios del avance de la cantera minera.
Pero resultó que la explosión de los barrenos descubrió una bolsa de aguas acida de pirita, que irrumpió violentamente por la galería arrastrando a su paso cuanto pillaba, incluso hasta una vagoneta de hierro fue arrastrada al fondo del pozo, así como todo lo que había en las galerías, y naturalmente a los obreros, que no tenían otro sitio donde refugiarse. ¡Hasta las tuberías del agua fue rota por la fuerza de las aguas!; pero además esta agua liberó los mortíferos gases que contenía (“atmósfera”) que hacía imposible poder salvarse.
La pujanza de los mineros de El Llano del Beal, hizo que en aquella localidad se montara una de las primeras Casas del Pueblo de España
Los cuerpos fueron extraídos al día siguiente con ayuda de los bomberos y fuerza de marina (buceadores), pues intentos que se hicieron previamente, al comprobar que había “atmósfera” hacían imposible cualquier rescate. Para cerciorarse de que existían esos gases nocivos en aquella mina, tras el accidente se meter en el pozo un obrero en el cubo, con un carburador atado a una larga cuerda por debajo del cubo, y si este se apagaba, era señal de peligro.
Los cuerpos fueron extraídos al día siguiente con ayuda de los bomberos y fuerza de marina (buceadores), pues intentos que se hicieron previamente, al comprobar que había “atmósfera” hacían imposible cualquier rescate. Para cerciorarse de que existían esos gases nocivos en aquella mina, tras el accidente se meter en el pozo un obrero en el cubo, con un carburador atado a una larga cuerda por debajo del cubo, y si este se apagaba, era señal de peligro.
Pozo "San Antonio", de la mina "Esperanza" donde se produjo el accidente
Después del accidente se habló mucho de cómo se podía haber evitado. Se decía de la falta de vigilancia por parte de los facultativos de la mina, en esta ocasión era D. Félix Navarro que era de La Unión. Aunque eeste tipo de accidentes por inundación de galerías no sea muy frecuente, se dijo que si se hubiera hecho un orificio pequeño con una larga barrena, aquella agua acumulada hubiera sido detectada y el accidente no se hubiera originado; también se decía que era preceptivo el que existiera un pozo chimeneo en la galería.
Y no faltaron otras fuentes relativas a los muertos, alegando que aquellos pecaron de imprudencia, porque tenían que haber prendido la mecha a la carga explosiva y subir al exterior por el pozo en lugar de quedarse allí. Pero el accidente se produjo y estos mineros: un barrenero, su ayudante y un vigilante, todos hombres con suficiente experiencia minera pagaron con su vida.
El entierro fue de los más grandes que se recuerdan en esta Sierra. Tuvo lugar en La Unión donde se les había practicado la autopsia. Después sus cuerpos fueron llevados a sus respectivos cementerios donde reposan.
Las familias de los fallecidos fueron visitadas personalmente por el Almirante Nieto Antúnez que era en aquel tiempo Ministro de Marina, y aquella misma tarde un motorista entrego a cada familia un donativo de 3000 pesetas
Accidente mortal del facultativo minero Cástor Acedo Delgado y tres mineros más.
Entrevista a Salvador Martinez Hernandez, empleado que fue de la Sociedad Minera Peñarroya,
“El día 30 de Julio de 1968 una pala excavadora perteneciente a la empresa Minera Navidad que estaba haciendo tierras para su lavadero en una escombrera de gran altura en la zona de la Rambla de La Boltada cercana a Portman, se desprendió un “liso” (corrimiento de tierra) que atrapó la maquina medio enterrándola dentro de una zanja que estaba haciendo, sin que el maquinista que la manejaba `pudiera por sus propios medios sacarla de aquel lugar.
La empresa solicita ayuda a la Sociedad Minera Peñarroya, que en un acto de buena vecindad entre empresas mineras, envía una maquina Bulldozer y un grupo de trabajadores, a cuyo frente iba el facultativo minero con atribuciones de ingeniero D. Cástor Acedo.
Cuando se disponían a unir la pala excavadora al Bulldózers con un grueso cable de acero, se produjo otra avenida de tierra, esta de mayores proporciones que la anterior, y deja atrapados a los maquinista de Bulldozers y la pala excavadora, así como dos obreros más que estaban participando en aquella maniobra, entre ellos D. Cástor Acedo.
En la parte alta del talud de la terrera se encontraban otros tres trabajadores (entre ellos el facultativo de minas Jesús Gordillo), que aunque arrastrados en la caida del terreno, tuvieron suerte y solo llevaron un tremendo susto, pero se salvaron.
La Sociedad Minera Peñarroya envió un equipo de rescate a la mayor celeridad, y aunque los cuerpos de los atrapados no tenían gran cantidad de tierra sobre ellos siendo fácilmente rescatados y trasladados al Centro Médico de Portman, en donde solamente pudieron certificar su muerte”.
Dos de los fallecidos eran de Portman y los otros dos de La Unión. D. Castor, que era andaluz llevaba años viviendo en La Unión, El otro trabajador siniestrado perteneciente a la Sociedad Peñarroya era Pedro Valero y los otros dos pertenecían a la Sociedad Minera Navidad. El sepelio de los cuatro fallecidos fue multitudinario, y tuvo lugar en la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario en La Unión.
Sentimiento de duelo en el Ayuntamiento de La Unión:
“Acuerdo de la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de La Unión de 1 de Agosto de 1968 “haciendo constar en acta, el sentimiento de la Corporación por la muerte en trágico accidente de trabajo el día 30 de Julio en la Sierra de Portmán, del Ingeniero Don Cástor Acedo Delgado y de los obreros Don José González García, Don Pedro Valero Jiménez y Don Antonio Vera Soto”.
El hundimiento del pozo-tolva Mercurio
Para hacer la gran mineralización de la sierra mediante cortas mineras acometida desde principios de la década de 1950 por la Sociedad Minera Peñarroya España, sucesora de la sociedad Minera Zapata Portman, fue preciso ir haciendo sucesivos pozos tolvas comunicados con el Túnel José Maestre de varios kilómetros de longitud, que desde las diversas canteras mineras trasladaban el mineral por ferrocarril al Lavadero Roberto instalado en Portman.
Una de las cortas mineras de la Sierra de Cartagena-La Unión
Una de las cortas mineras de la Sierra de Cartagena-La Unión
Estos pozos tolvas disponían sobre su brocal de una gran instalación de trituración, entre ellas una potente machacadora capaz de triturar rocas y minerales de un metro de diámetro. Aquel pozo de una media de 200 metros de profundidad, disponía de potentes compuertas de apertura hidráulica en el fondo para la carga de los vagones.
El pozo-tolva “Mercurio”. Contado por Francisco Gonzáles (Perines), en entrevista con el autor.
“Este pozo se hizo para poner en explotación la denominada “Cantera San Valentín”, y sus obras fueron hechas por una empresa llamada Obras y Construcciones contratada por Peñarroya. La mencionada empresa Obras y Construcciones realizaron aquel pozo de obra nueva en su totalidad.
Sin embargo la galería de unos 150 metros de larga que desde el Túnel José Maestre, con desvió a su derecha entrando a modo de “ojal” que tuvo que hacerse para conectar con este nuevo pozo-tolva, fue construida por personal de Peñarroya, y en ella trabajo Francisco hasta situarse debajo de la tolva.
Machacadora Traylor fuera de servicio. Esta fue la que se recupero del accidente del pozo-tolva Mercurio
A este pozo se le instaló otra potente machacadora tipo “Traylor” construida en los Talleres de MDL, que era similar a otra adquirida por Peñarroya en América, La instalación de la machacadora se hacía situando está en la parte alta del pozo en zona lateral (dejando libre el cañón del pozo), el cual se le dotaba con un castillete con máquina y otros elementos. En la zona de la Machacadora se acoplaban diversos sistema de tolvas, cintas transportadoras, así como puentes grúa para reparaciones, etc.
El accidente según la prensa de la época.
La puesta en marcha de este pozo dio más agilidad y producción al lavadero, pues el tren minero podía cargar en uno u otro de los dos pozos-tolvas instalados, además que el pozo “Mercurio”, al tener doble tolva de carga agilizaba más el llenado de los vagones. También su mejor situación estratégica en la cantera posibilitaba menor trayecto de los camiones en el transporte y vacié del mineral.
El atasco de mineral en el interior del pozo Mercurio.
Al poco tiempo de ponerse en marcha este pozo-tolva se produjo un fuerte “taco” o tapón (obstrucción por apelmazamiento del mineral) que impedía que aquel descendiera al fondo, dejando sin mineral por dicho pozo al tren minero que abastecía al lavadero. Mientras aquello se resolvía el mineral se continua sacando por el tren minero desde el pozo-tolva “Don Carlos”.
La obstrucción de los pozos tolvas era corriente que se originara cada vez que el mineral estuviera mojado o abundaran arcillas en su composición, etc.; pero aquellos tapones se detectaba muy cerca del fondo, de forma que eran fácilmente desatascarlo mediante introducir por la porteta inferior en la boca de carga del tren, un explosivo asido a un largo tuvo de hierro que se hacía explotar dejando el pozo listo para continuar la extracción.
Grave accidente mortal por hundimiento del pozo Mercurio
El pozo “Mercurio” tras la desaparición del tapón y efectuadas las reparaciones en la tolva y zona de estación de carga, pudo continuar trabajando normalmente un tiempo; pero pronto comenzaron a observarse la existencia de graves problemas, pues se cargaban en los vagones del tren más toneladas que las depositadas por los camiones en la cantera, lo que denotaba que, posiblemente, las paredes del pozo se desmoronaban.
El accidente según la prensa de la época.
El accidente según la prensa de la época.
En cierta ocasión y para tener conciencia del estado del pozo y la magnitud del posibles desprendimientos en sus paredes, Francisco “Perines” y el facultativo Jesús Gordillo, este último dotado con una cámara de televisión, fueron introducidos al pozo por su boca dentro de un cajón de reconocimiento pendido del cable de la máquina del castillete, en el que descendiendo hasta próximo a la mitad del pozo, observando y tomando grabaciones del socavón de gran magnitud que allí se había producido.
Fruto de aquella evidencia, se trataron de tomar algunas medidas que impidieran mayor deterioro del pozo-tolva. Uno de los sistemas previstos consistiría en rellenar aquel con piedras o residuos de fundiciones (gachas), a las que se incorporaría después cemento líquido para que lo compactara todo, y seguidamente se procedería a perforar nuevamente la parte invalidada del cañón del pozo.
El accidente según la prensa de la época.
En la superficie del pozo “Mercurio” se instaló una máquina de sondeos, que comenzó a practicar varios de ellos a modo de reconocimiento que delimitara el hundimiento, y a la vez pudieran servir como medio de inyectar aquel hormigón.
Machacadora Traylor que fue recuperada del accidente del pozo-tolva Mercurio y ya no volvio a funcionar
Pero aquellas instalaciones no resistieron, y un día del octubre de 1970 se hundió estrepitosamente toda la superficie, arrastrando en su caída la maquina machacadora Traylor y equipos complementarios, así como la máquina de sondeos que se había instalado en lugar próximo, y lo que fue peor, causando la muerte a cinco mineros, cuatro de ellos trabajadores de la máquina de sondeos, y otro que hacía de maquinista en el pozo, de los que recuerda a Francisco Gonzáles Baños del que tardaron varios días en poder recupera su cuerpo, siendo preciso hacer grandes trabajos de desescombro que duraron varios días.
El accidente según la prensa de la época.
Añade Francisco “Perines” que aquel accidente aún podía haber tenido mayores consecuencias en cuanto al número de víctimas se refiere; pues momentos antes de que aquel se hundiera, sus instalaciones habían sido visitadas por ingenieros y directivos de la Sociedad Minera Peñarroya. Lo que viene a demostrar, que estos ingenieros nunca creyeron que aquello pudiera suceder en la forma que ocurrió. Tras el hundimiento aquel pozo tolva quedó totalmente inutilizado sin posibilidad de recuperación, aunque si se sacaron la totalidad de las maquinas...”
Contado por Salvador Martinez Jimenez, ingeniero técnico minero, en entrevista con Rogelio Mouzo el 31-12-2010.
Añade Francisco “Perines” que aquel accidente aún podía haber tenido mayores consecuencias en cuanto al número de víctimas se refiere; pues momentos antes de que aquel se hundiera, sus instalaciones habían sido visitadas por ingenieros y directivos de la Sociedad Minera Peñarroya. Lo que viene a demostrar, que estos ingenieros nunca creyeron que aquello pudiera suceder en la forma que ocurrió. Tras el hundimiento aquel pozo tolva quedó totalmente inutilizado sin posibilidad de recuperación, aunque si se sacaron la totalidad de las maquinas...”
Contado por Salvador Martinez Jimenez, ingeniero técnico minero, en entrevista con Rogelio Mouzo el 31-12-2010.
Salvador en aquella fecha ejercía su profesión al servicio de la Sociedad Minera Peñarroya en las instalaciones de Cantera Emilia y cuenta:
“Que entre los varios cometidos también dependía de su departamento las instalaciones de trituración situadas en los pozos-tolva “Carlos” y “Mercurio”, ambos unidos por su parte inferior con el Túnel José Maestre, mediante el cual y por medio de locomotoras y vagones marca SARTIAUK de tipo bascularte, descargaban el mineral fuera del túnel en una tolva de grandes dimensiones, que hacia las funciones de estoc primaria para la alimentación del Lavadero Roberto con capacidad final de tratamiento de 10.000 toneladas cada 24 horas.
El accidente según la prensa de la época.
El accidente según la prensa de la época.
El accidente del pozo-tolva “Mercurio”
Durante la permanencia de Salvador en el departamento de mantenimiento, ocurrió el hecho luctuoso del hundimiento del pozo “Mercurio”. Este pozo hacía tiempo que el turno que trabajaba de noche en la sección de trituración, escuchaba fuertes ruidos de desprendimientos de piedras y ruidos que los mineros asimilaban a unos “retumbes” del interior de aquel pozo.
Sistema de trituración en la corta minera San Valentin
Lo que realmente ocurría era, que al ser un pozo sin la fortificación interior de sus paredes, los hastíales se desmoronaban abriéndose grandes oquedades a lo largo de su caña. Esto se comprobó bajando una cámara de televisión con la que se filmó una película en los años previos al accidente.
Sistema de trituración en la corta minera San Valentin
Lo que realmente ocurría era, que al ser un pozo sin la fortificación interior de sus paredes, los hastíales se desmoronaban abriéndose grandes oquedades a lo largo de su caña. Esto se comprobó bajando una cámara de televisión con la que se filmó una película en los años previos al accidente.
El accidente según la prensa de la época.
Por este motivo, la dirección de la mina toma la decisión de realizar una inyección de hormigón en forma de encofrado para reforzar las paredes del pozo, situando en cabeza del exterior una máquina de sondeos para obtener información suficiente de aquellas oquedades. Además el pozo estaba situado en una zona de láguena, las cuales colaboraban al deslizamiento de la capa.
Por este motivo, la dirección de la mina toma la decisión de realizar una inyección de hormigón en forma de encofrado para reforzar las paredes del pozo, situando en cabeza del exterior una máquina de sondeos para obtener información suficiente de aquellas oquedades. Además el pozo estaba situado en una zona de láguena, las cuales colaboraban al deslizamiento de la capa.
El accidente según la prensa de la época.
No dio tiempo a terminar aquel revestimiento previsto y, de improvisto, una mañana se hundió el pozo-tolva tragándose en forma de embudo toda la instalación de trituración, la máquina de sondeos y, lo más triste de todo, dejando enterrados a varios de los trabajadores que allá estaban trabajando.
Camión-maquina de sondeos
Añade nuestro entrevistado Sr. Martinez, que él se salvó “casi por los pelos” de haber sido una de aquellas víctimas, pues uno de sus cometidos era ocuparse de los trabajos preparatorios en superficie para la inyección de hormigón y, por esas casualidades de la vida, unos minutos antes había abandonado el lugar; lo que le puso en alerta de aquella tragedia, cuando desde el camino que recorría pudo escuchar el gran estruendo que produjo aquel horrendo siniestro.
Foto de prensa Diario la Verdad, Se aprecia parte de la maquinaria extraida del suceso.
Salvador Martínez Jiménez en el año 1970, fecha en la que se produjo el fatal accidente
Abundando en la informacion facilitada por Salvador Martinez Jimenez, hay que precidar: El dia del accidente del hundimiento del Pozo-tolva en la cantera San Valentin sobre las
13h 00´ de 23 de octubre de 1970, él se encontraba en compañía de Ricardo
Fresno, delineante proyectista de la oficina técnica, y estában preparando
la implantación de las instalaciones necesarias para la inyección de cemento
para la fortificación de los hastíales del pozo.
Terminaron su trabajo
sobre las 13 h, tomaron el vehiculo 2 CV, para regresar a la oficina; fue cuando estando a
la altura de la parte superior de la corta de San Valentín (a unos 200 metros de distancia), escucharon el
enorme estruendo que se produjo cuando toda aquella maquinaria y personas trabajando se hundieron al fondo de aquel pozo-tolva. Como se puede comprobar, se salvaron de milagro de una muerte cierta...
Foto de prensa Diario la Verdad, Se aprecia parte de la maquinaria extraida del suceso.
El rescate de las personas involucradas en el accidente se hizo de inmediato en turnos las 24 horas, utilizando palas cargadoras Carterpilla, que formaron una gran zanja con inclinación al hundimiento. Hay que tener en cuenta la magnitud de aquel socavón embudo en el que no aparecían en superficie ni las maquinas afectadas, dado que la gigantesca trituradora (machacadora) de considerable peso y gran espesor , estaba enclavada sobre una gran cimentación de hormigón en un rectángulo con medias aproximadas de 25x10 metros, la cual fue tragada en el desprendimiento. Aquellos trabajos duraron varios días, pues el rescate fue muy laborioso, siendo cinco los operarios muertos, el último de ellos fue rescatado varios días después del siniestro.
El accidente según la prensa de la época.
Una vez el pozo hundido y dado que aquel y otro similar llamado “Carlos” eran los únicos que abastecían de mineral al Lavadero Roberto por el Túnel José Maestre, la empresa toma la determinación de preparar una nueva instalación de trituración provisional no ligada al transporte por el túnel. Dicha planta trituradora fue situada en superficie en la zona de la Cantera San Valentín, estando formada por tolva, alimentador y machacadora de mandíbula de simple efecto con medidas de boca de abertura 1200 x 900 mm, la cual por medio de una cinta transportadora formaba un stock de mineral apilado, desde el cual y seleccionando en la carga el tamaño del todo-uno (salido de voladura), era cargado en camiones y trasladado desde allí directamente al Lavadero Roberto.”
Entrevista del autor a los hermanos Sánchez Alcobas, el 28 de Mayo de 2012.
El motivo era conocer por ellos mismo lo sucedido a su hermano mayor, el más joven de los cinco muertos en el accidente ocurrido en el Pozo Mercurio,
Hermanos de Antonio Sanchez Alcobar entrevistados por Rogelio Mouzo.
Estos tres hermanos nacieron en La Unión y son nietos e hijos de mineros. Pedro el mayor de los tres hermanos vivos nace en 1947, Joaquín en 1951 y Camila en 1959. Su padre fue Antonio Sánchez Corvi nacido en 1915 en el caserío unionense de Perin.
El padre y tio de los hermanos Sanchez Alcobar, vinculados a las procesiones de Semana Santa en La Union. Decada de 1950
Hermanos de Antonio Sanchez Alcobar entrevistados por Rogelio Mouzo.
Estos tres hermanos nacieron en La Unión y son nietos e hijos de mineros. Pedro el mayor de los tres hermanos vivos nace en 1947, Joaquín en 1951 y Camila en 1959. Su padre fue Antonio Sánchez Corvi nacido en 1915 en el caserío unionense de Perin.
El padre y tio de los hermanos Sanchez Alcobar, vinculados a las procesiones de Semana Santa en La Union. Decada de 1950
Este hombre en su juventud trabajó en fincas agrícolas sitas por la zona de Los Rizos, y también en la minería (sus hijos desconocen el nombre de aquellas), pero lo hizo en etapa anterior a la guerra de 1936-1939, volviendo a la actividad minera al inicio de la década de 1940 como minero perforistas en trabajos de interior en minas como La Ocasión, “San Lorenzo”, El Concilio, y luego trasladado a Coto Azul donde inicia trabajos preparatorios al inicio de la Cantera Emilia `por la Sociedad Minera Zapata Portman.
El accidente según la prensa de la época.
El accidente según la prensa de la época.
Más tarde se traslada a la Mina Brunita explotada por la empresa Eloy Celdran, siendo destinado a trabajos del interior, y cuando lo declararon silicosis de 1º, fue trasladado a puesto compatible, integrado en el grupo de mecánicos de la empresa. Tras 20 años de trabajar en las minas fue retirado por silicosis en 1955 cuando contaba 40 años de edad,
Muerte por accidente en el pozo Mercurio de Antonio el hermano mayor.
Antonio Sánchez Alcobas nace en 1946 y comienza de muy joven su actividad labora en faenas del campo. Cumplidos los 18 años de edad se saca el carnet de conducir y se coloca en la empresa de Juan Gonzales (El Sifonero), sita en La Unión donde permaneció unos tres años destinado al reparto de cervezas y refrescos.
Antonio Sanchez Alcobar, sinisestrado en el accidente Pozo Mercurio
Tratando de buscar mejor porvenir en 1969 ingresa al servicio de la Sociedad Minera Peñarroya España, siendo destinado a la máquina de sondeos, donde sufrió el accidente ocurrido el viernes 23 de octubre de 1970 a las 13 horas, cuando estaban sondeando en la zona del pozo-tolva Mercurio, y hundirse la gran machacadora, el camión de sondeos y los operarios que en ella se encontraban, incluido el hombre que estaba trabajando en la misma machacadora.
Los cinco fallecidos fueron: “El Surrampia”, que era el primer día de trabajo en la empresa; el hombre que manejaba la machacadora que era de Portman y cuyo cadáver se tardó 10 días en poder ser extraído; el maestro de la máquina perforadora apodado “El Gallego”; el ayudante de la perforadora también apodado por “El Maño”.
El accidente según la prensa de la época.
El accidente según la prensa de la época.
Antonio hermano de los entrevistados cuando el accidente tenía 24 años de edad, y hacia poco tiempo que había contraído matrimonio con Josefa Caparros Sansano, la cual cuando se produjo el fatal accidente se encontraba embarazada, naciendo una niña que actualmente tiene 40 años de edad. A Josefa, su joven esposa, le asignaron una pensión para ella y la niña de 700 pesetas mensuales.
Los padres de Antonio Sanchez Alcobar con su nieta
El cadáver de Antonio Sánchez Alcobas fue el 3º de los rescatados, el sábado 24 de octubre a las 12 de la noche, presentando la amputación de un pié, posiblemente seccionado en la caída con la máquina de sondeos.
El accidente según la prensa de la época.
Tres de los fallecidos: Antonio Sánchez Pagán (El Surrampia), Antonio Sánchez Alcobas y Antonio Gonzales “El Maño”, su sepelio se hizo en un acto conjunto en la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario en La Unión, aunque “El Maño” fue traslado para ser enterrado en tierras de Teruel.
Iglesia de Ntra, Sra. Virgen del Rosario. La Unión
Tres de los fallecidos: Antonio Sánchez Pagán (El Surrampia), Antonio Sánchez Alcobas y Antonio Gonzales “El Maño”, su sepelio se hizo en un acto conjunto en la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario en La Unión, aunque “El Maño” fue traslado para ser enterrado en tierras de Teruel.
Iglesia de Ntra, Sra. Virgen del Rosario. La Unión
El maquinista fue trasladado y enterrado directamente en Córdoba, mientras que el entierro del fallecido natural de Portman, al ser su cadáver el último de los cuerpos extraído, fue enterrado fechas después.
El accidente según la prensa de la época.
De aquel accidente, aunque había conciencia de la situación anómala de la explotación minera, se sabe que, al menos en sus términos legales, no llevó implícito sanciones ni responsabilidades a directivos y técnicos dela Sociedad Minera, atribuyéndose el mismo a causas naturales debidas a las lluvias y a la existencia de socavones subterráneos de antiguas mineralizaciones. Cosa que no era del todo cierta…
De aquel accidente, aunque había conciencia de la situación anómala de la explotación minera, se sabe que, al menos en sus términos legales, no llevó implícito sanciones ni responsabilidades a directivos y técnicos dela Sociedad Minera, atribuyéndose el mismo a causas naturales debidas a las lluvias y a la existencia de socavones subterráneos de antiguas mineralizaciones. Cosa que no era del todo cierta…
Machacadoras en la zona Cantera San Valentín, entrevista a José Martinez Cobacho.
"Tras que se hundiera el Pozo Mercurio con el saldo de cinco obreros muertos y la destrucción de parte de la tolva de dicho pozo, aquel tuvo que ser eliminado y en su lugar se construyó un nuevo pozo tolva unos 300 metros más al Sur a nivel del camino que desde Portman recorre la Rambla la Boltada y llegaba a la cantera “San Valentín”.
Instalaciones de de tritutracion en zona Cantera San Valentin
Se aprovechó una de las machacadoras que allí había instaladas y se puso un molino de mayor capacidad que el de la machacadora Traylors en sustitución de esta. Para que el mineral recorriera la gran distancia que desde la machacadora al nuevo pozo tolva, se hicieron una serie de transportes por cinta transportadoras de caucho.
Co junto de instalaciones en cantera San Valentin para la molienda semiautogena
Años después El pozo-tolva fue eliminado y se montó la Molienda Semiautogena, suprimiéndose también el transporte de mineral en los vagones por el Túnel José Maestre, pues ya el mineral llegaba al Lavadero Roberto desde la molienda Semiautogena por una tubería revuelta con agua (minero-ducto).
Molino de trituración en la Molienda semiautógena
La silicosis.
Molino de trituración en la Molienda semiautógena
La silicosis.
Se trata de una enfermedad profesional de las minas y otras actividades, padecida desde muchos años y que antiguamente se la conocía como “el mal de las minas. El minero que la padecía se decía que estaba “emplomao”. Antiguamente la silicosis no era asociada a ninguna enfermedad profesional, aunque aquella ocasionaba la muerte prematura al trabajador que la padecía,
El término silicosis fue acuñado por Visconti en 1870, aunque desde antiguo se conocía el efecto nocivo del aire contaminado para la respiración.1 La silicosis es una enfermedad fibrósica-pulmonar de carácter progresiva e irreversible, considerada en muchos países como enfermedad profesional incapacitante. Consiste en la fibrosis nodular de los pulmones y la dificultad para respirar causadas por la inhalación prolongada de compuestos químicos que contienen sílice cristalina,
|
La silicosis ha sido la causa de muerte prematura de muchísimos mineros con muy pocos años de vida. Parecía como si los aparentemente más jóvenes y fuertes llegados de profesiones agrícolas y similares fueran los que antes la contraían, y aunque pasado un tiempo fue declarada como enfermedad profesional estando legislada una serie de medidas para aminorarla tales como: trabajar con bozo para filtrar el aire en la respiración, emplear martillos neumáticos dotados de inyección de agua en las labores mineras; diagnosticar en su justo momento el 1º grado de silicosis y disponer de un puesto compatible no pulvígeno, etc.
Otro modelo de martillo neumatico perforador a viento seco. A estos martillos se atribulle la gran mortandad de mineros por silicosis. (solo tiene tubo de toma de aire)
Pero en la práctica el minero silicóticos tenía seria dificultades para que aquellas medidas de prevención tuvieran plena aplicación. De un lado estaban las empresas que necesitaban mineros de interior y trataban de mantener a los máximo trabajadores en las labores de extracción interior (perforistas sobretodo), por lo que daban nulas facilidades de que aquel pudiera trasladarse a un puesto compatible no pulvígeno, En esta labor no faltaron algunos médico sin escrúpulos dispuesto a no diagnosticarla o falsear el grado real de la misma.
Tuvieron que pasar muchos años para que fuera un hecho la prohibición de barrenar en seco, siendo obligatorio el empleo de martillos neumáticos dotados de inyección de agua que, mezclado con el polvo, aquel saliera del barreno convertido en barro.
Martillo neumatico perforador con inyeción de agua y aire- Se pueden apreciar la doble toma (un tubo para el aire y otro para el agua)
Martillo neumatico perforador con inyeción de agua y aire- Se pueden apreciar la doble toma (un tubo para el aire y otro para el agua)
La silicosis se diagnostica en tres grados: en el primero de ellos se establecía el que el enfermo fuera puesto a trabajar en un lugar exento de polvo; en el 2º el obrero era asimilado a una invalidez profesional para su trabajo habitual y por tanto cesaba en la empresa percibiendo una pensión del orden del 55% del salario regulador. El 3º grado de silicosis era asimilado a una invalidez permanente para todo trabajo y el salario ya alcanzaba el 100%.
Pero a pesar de que la legislación tenía tales disposiciones, en la práctica, pues los mineros unas veces por ignorancia, otras por miedo a la represión, o simplemente por no poder soportar merma salarial para atender a la familia no se cumplían, A esto hay que añadir el que algunos médicos sin escrúpulos no diagnosticaban el grado real de la enfermedad, lo que hacía que aquellos que la padecían, o bien no se les ponía en puesto compatible, o no les declaraba el 2º grado que implicaría su retiro con una pensión (a pesar de tenerlo).
Martillo neumatico de perforación con inyección de agua y sistema de empuador para alivio del esfuerzo muscular. Se aprecian las doble mangera de toma de agua y aire. Demostracion hecha por Rogelio Mouzo con herramental minero de su archivo-museo
Casos drásticos se dieron en esta cuenca minera, donde mineros a los que esos médicos no les daban silicosis o solamente el 1º grado fallecieron sin jubilarse, y tras la autopsia se comprueba que tenían una silicosis de 3º grado. La multitud de accidentes y fallecidos por silicosis (normalmente menores de 40 años de edad) era tan grande, que el censo de viudas y huérfanos en La Unión era altísimo.
En esta sierra en plena época franquista donde la carencia de libertades políticas impedía manifestar su situación y reivindicar soluciones, se dieron algunas luchas a favor de la situación de los mineros silicóticos. Primeramente debido a la mayor conciencia obrera que prendió en algunos mineros, empezaron a reclamar por múltiples formas. En unos casos negándose a trabajar en aquellas condiciones, o bien planteando multitud de denuncias a las autoridades y magistratura de trabajo para lograr un puesto compatible con su grado de silicosis,
Lucha de los silicóticos.
Entrevista del autor hecha en 1990 al minero afectado de silicosis Cristóbal Montoro Quesada, nacido en 1929 y trabajador perforista en la mina “Brunita”.
En 1967 en uno de los reconocimientos periódicos el doctor D. Pedro Nieto diagnostica a Cristóbal silicosis de 1°. Estos reconocimientos generales a los mineros de la Sierra se hacían en el bajo del edificio del antiguo Hospital de Caridad de La Unión, en donde existan varias salas acondicionadas, una de ellas con Rallos X. Allí trabajaban varios ayudantes, siendo cientos de mineros los que pasaban su reconocimiento general obligatorio. Otros doctores como D. Ramón Carreras; D. José Celdran Conesa y un especialista de Murcia también, pasaban reconocimiento a los mineros.
Por aquel tiempo los mineros afectados de silicosis comenzaron a reclamar el puesto compatible que la ley fijaba. Un silicóticos de 1° tenía que ser destinado a un lugar exento de riesgo pulvígeno (sin polvo) ganado un total del 75% de su sueldo (perdía él un 25%). Esta cantidad era abonada en un 55% por un organismo oficial conocido por “El Fondo Compensador”, mientras que el otro 20 % lo ponía la empresa. De ahí las “maniobras” y presiones de las empresas para que los trabajadores declarados silicóticos continuaran haciendo su mismo trabajo, pues de esa forma se ahorraba el 55% del sueldo del minero.
Encierro de mineros en la Sierra Minera de Cartagena-La Unión
De hecho algunos trabajadores salieron a trabajar al exterior y la empresa los destino a faenas agrícolas en las distintas fincas que los dueños de las minas poseían. Otros que no podían permitirse el perder ese 25% menos de sueldo optaban por continuar trabajando en el mismo puesto donde contrajeron la silicosis. Tambien algunos de los mineros afectados solicitaron volver a trabajar en el interior de la mina para poder llevar un mayor sueldo para el sustento de la familia…
Otras veces los puestos compatibles asignados no eran tales, pues aunque podían salir del interior a trabajos en el exterior, eran destinados a lugares con mayor riesgo pulvígeno al que había dentro de la mina. Así pasaba cuando los enviaban a la molienda del lavadero de flotación, un lugar donde el polvo producido era tan denso, que los que allí trabajaban no se veían ni las manos….
No obstante se producían continuas denuncias y algunas situaciones tensas se crearon entre los silicóticos y la dirección de la empresa. Otro grave problema era la falta de rigor en la clasificación; pues lo mismo los médicos te comunicaban que la tenías silicosis, como a los pocos días recibías un comunicado diciendo que estabas útil total para todo trabajo
Cristóbal nuestro entrevistado, tuvo la desgracia de sufrir en su propia carne esos continuos cambios de clasificación de enfermo-útil y viceversa, tal como podemos comprobar:
El Instituto de Previsión en Murcia S.A. T y E.P. Fondo Compensador del SAT y EP con fecha 2-6-1967 le diagnostica silicosis de 1°, con la condición de que debía de pasar a un puesto compatible y con el salario que fija el Art.45 del Reglamento de 9 de Mayo de 19672. B.O de 29
Así: en el comunicado de 2- 6-67 silicosis 1º grado (SAT y EP)
“ 12-12-67 normal y útil (SAT y EP)
“ 28- 5-68 Silicosis 1° “ “
“ 8- 8-68 normal y útil “ “
“ 10- 6-69 silicosis 1° “ “
“ 29-12-69 Normal y útil “ “
“ 14- 3-70 Recurso denuncia en el que confirman útil
“ 14-10-70 Reconoc. Particular Dr.. Nieto, Silicosis
“ 27-11-70 Desestiman recurso, (sigue útil)
“ 20- 1-71 Silicosis 1° complicada
“ 19- 5-71 C.T.C. Central
“ 18- 8-71 Juicio, actuaciones
“ 13-12-71 Silicosis 1°, con pensión del 55%
Sobre 1970/71 la lucha de los mineros logra que Madrid enviara un coche (furgón de reconocimientos), que recorrió todas las minas de La Unión y el Llano, reconociendo a los mineros. En la mina “Brunita” dicho furgón se sitúo cerca de la zona de las duchas; más tarde para repetir el reconocimiento a los mineros que decían no habían salido bien, se instaló en la zona de La Esperanza. El furgón reconoció varias veces a los mismos mineros. A raíz de esto hubo muchos mineros que fueron declarados afectos de silicosis”.
Hogar del Pensionista en La Unión. Este edificio se levantó sobre el solar del desaparecido Hospital de Caridad. Se hizo para dar servico a la gran cantidad de pensionistas y viudas resultante de la actividad minera.
Acciones de protesta de los mineros silicóticos y resto de trabajadores por cierre total del grupo minero “Belleza” planteado por la empresa MONTESORIA.
Hubo un caso reivindicativo colectivo, cuando en 1968 se produjo el cierre por expediente y suspensión de pagos de la empresa minera Montesoria, donde los trabajadores se opusieron públicamente al modo de cómo aquella quería desentenderse de ellos. Eran más de 80 despedidos. Entre ellos unos 30 los afectados con 1º de silicosis, Se daba la circunstancia que si los trabajadores con silicosis eran despedidos, ninguna empresa les daría empleo con aquella enfermedad profesional. De otro lado tampoco recibirían ninguna pensión por invalidez, dado que no alcanzaban el 2º .
Mariano Jimenez "el del Bar Minero", que cuando el conflicto de MONTESORIA fue uno de los representantes sindicales de los trabajadores mineros
En aquel tiempo la prensa y el resto de medios de comunicación, faltos de libertades políticas apenas si se hicieron eco del problema, lo que obligaba un despliegue personal de los mineros por todas partes para concienciación y denuncia de su problemática, y organizan diferentes campañas de solidaridad y concienciación recorriendo diversas empresas recogiendo dinero recaudado en colectas de trabajadores en ayuda de los mineros.
El viejo Hospital de Caridad de La Unión, donde se habilitó un dispensario para reconocimiento de los mineros.
En su lucha los mineros se encerraron en las instalaciones exteriores de la empresa minera, especialmente en la llamada mina “Ocasión”. Como la empresa dejo de abonarles jornales, aquel dinero solidario procedente de las colectas contribuyó a resistir bastante tiempo resistiendo a las continuas amenazas de las autoridades para que salieran de aquel lugar…
Una de las acciones que planificaron era la de marchar a la Delegación de Trabajo en la capital murciana para solicitar una solución justa, y la policía a mitad del camino se lo impidió. Como el tiempo transcurría y el problema no se resolvía, los mineros deciden alquilar un autobús y marchar en número de unos 50 hasta la Capital de España, al objeto de presentarse ante los administradores de La Suspensión de Pagos y resto de autoridades.
Mina "Ocasion" en la que se encerraros mineros y silicoticos. La Unión
De despacho en despacho fueron recorriendo estos mineros en Madrid, pero al final se vieron recompensados en su tenacidad, y desde Madrid dieron órdenes de que a su paso de regreso por Murcia, se les abonasen con cargo al Fondo de Garantías Salarial todo lo que se les debía a estos trabajadores. La medida era tajante dando instrucciones, incluso, de que se quedasen a pernoctar en Murcia si hiciera falta, y que no se marcharan hasta cobrar.
Finalmente a bastante de aquellos obreros silicóticos se les reconoció que su enfermedad era de 2º o superior, y fueron declarados de incapacidad permanente con derecho a una pensión,
MAS SOBRE MEDIDAS Y TRABAJO DE LOS MINEROS
MAS SOBRE MEDIDAS Y TRABAJO DE LOS MINEROS
A los mineros que si en principio ni siquiera se les proporcionaban bozos para protegerse del polvo, finalmente se les entregan unas mascaras de goma espuma con que proteger su nariz y boca. Pero es tal el calor, la incomodidad, el vicio de fumar, el engorro y la costumbre, que el bozo estorba al minero y apenas si lo usa.
También le sucede lo mismo al peón que carga o acarrea cunas sometido a un trabajo fatigoso, que necesita libertad de respirar. Su fatiga y esfuerzo le hace que tenga que abrir su boca con la que inhalar aire. El bozal de protección le estorba y el calor se le hace insufrible. Los tajos mineros son mayoritariamente calurosos, especialmente aquellos frentes que se apartan de las galerías principales. Hay tajos donde los hombres trabajan totalmente desnudos, otros quizás mas pudorosos, recurren al clásico “tapa rabos”…
La silicosis causa estragos en la minería a partir de 1940. Miles de personas mueren y en los pueblos de esta La Sierra Minera de Cartagena el número de mujeres viudas se multiplica grandemente. La presencia de muchas mujeres enlutadas se puede ver continuamente por calles y plazas.
Capilla a Santa Barbara, patrona de los mineros. en la iglesia de La Union
Monumento al Minero, en Plaza Joaquin Costa, La Unión
Homenaje en el Monumento a los Mineros en La Unión
Grupo de pensionistas mineros en La Unión,
Las fotos de este blog son hechas por Rogelio Mouzo Pagan
Gran articulo Rogelio, para no olvidar la historia y tener siempre en la memoria a los mineros y trabajadores a lo largo del tiempo en la Sierra Minera.
ResponderEliminarENHORABUENA ROGELIO, ESTO ES EXCELENTE.
ResponderEliminar¡¡Como todos; extraordinario!! Este tiene además una carga emotiva .....histórica y reivindicativa sobre los mineros.
ResponderEliminar¡¡ No lo dejes , no nos dejes...!!
Gracias por tu tiempo, es un placer leerte
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarFiona Pitt-Kethley
Hola Rogelio
ResponderEliminarEnhorabuena por este interesante reportaje.
Soy investigador de la UPCT y estoy buscando información sobre el accidente de la balsa Brunita que en los años 70 destruyó el cementerio de nuestro pueblo. ¿Tienes información o fotos al respecto?
Un abrazo y gracias
hola buenos dias!!,disculpe que me entrometa aqui en su blog,soy ilse parra,vivo en alicante y estoy buscando a MANUEL (MANOLO) MORALES GARCIA,el ingeniero de minas,gran coleccionista,sé que usted lo conoce,quisiera ponerme en contacto con él, perdí ´su numero de móvil y me gustaría retomar nuestra antigua amistad.Disculpe de nuevo,por escribir esto en su maravilloso blog.
ResponderEliminarGRACIAS
Hola he visto una foto de Cecilio Garcia Gutierrez,le decian el maestro de las minas.Minas Roberto,tiene mas fotos de el?mi email es:anab78@hotmail.es gracias y disculpe las molestias.
ResponderEliminarApreciado Sr.Rogelio,
ResponderEliminarDesearía que me orientara sobre dónde puedo encontrar determinada información sobre antiguas concesiones mineras en La Unión.
Le agradecería me facilitara su e-mail para poder concretar.
Muchas gracias y disculpe las molestias.
Ana Pagán
apb@tinet.org
Excelente blog. Creo que tenemos criterios idénticos en la defensa de los trabajadores. Son miles los enfermos y muertos por el amianto y la sílice. Ricardo Torregrosa Marín, Presidente de APENA Asociación de Perjudicados y Afectados por el Amianto
ResponderEliminarEl uso de mineros es una gran ayuda a cualquier labor donde su uso pueda asegurar una mayor eficacia.
ResponderEliminarBastante seguro aunque debe prestarse mucha atención a sus condiciones laborales.